21 de enero de 2008

Trabajosa

No puedo cumplir mi propósito de año nuevo en el que me propuse actualizar el blog a diario, no puedo!! Entre el trabajo y lo que no es el trabajo, no doy a basto, quizás me exija demasiado, pero necesito liberar cosas que tengo en la cabeza, y no me da tiempo a todo.

Como galletas mientras hablo con un compañero de trabajo de lo quemados que estamos los dos, ¿cómo puede algo cambiar tanto en cuestión de dos meses? Ni mi compañero ni yo lo entendemos, pero ha sido así. No hay nadie que conozca que esté ya agusto, eso me consuela un poco, porque no soy yo sola la que tiene ganas de firmar el finiquito y decir eso de "fue un placer". Este compañero también se va, y otro, y otra más... vamos, que se queda la plantilla tiritando, y sólo digo los que conozco. En fin, que con la primavera vendrán aires nuevos y ya se verá.
Yo sigo con mis cosillas de siempre, y ahora pintando, por eso de distraer la mente, lo enseñaré por aquí cuando pueda hacerle una foto. Mientras a esperar que llegue febrero y decidir qué hacer.

13 de enero de 2008

A mis veintidós más tres

A pocos días de cumplir los veintiseis pienso si me he acostumbrado aún a pensar en que tengo veinticinco. La idea de cumplir años antes no me gustaba nada de nada, ahora simplemente me da un poco igual, no me siento ni más vieja ni más responsable. Supongo que eso es no querer madurar mucho todavía, sólo un poco. Ponen en la tele una petardez de película de 007, que gusta a mi madre, mientras yo me distraigo con el internet a un vecino, gracias por permitirme estar en el brasero calentita mientras escribo esto, de lo contrario pasaría frío en el salón!
Ohhh! en este momento acaban de capturar a la chica!!!! Bueno, dejemos eso para Bond. Por dónde iba, a sí, por mis veintiseis. Pues eso, que me queda poco para cumplirlos. Va a ser agridulce ese día porque no voy a ir a trabajar, que es lo dulce, pero voy a tener a una persona a la que quiero mucho lejos, no mucho, pero lo suficiente para echarlo de menos. Ya he recibido regalitos, como este portátil, un libro, pero bueno, lo que te suelen decir, ya eres grande para esas cosas, ¿quién establece la edad hasta la que se pueden recibir regalos? Nunca entenderé ese tipo de cosas. Yo me niego a no poder recibir regalos por ser mayor y por eso renuncio a crecer, seré niña siempre para recibir regalos.
Preparo un viaje a Madrid, intento hacer coincidir fechas, horas, trenes para poder estar unas horas. Demasiado esfuerzo, mucha ilusión, pocas posibilidades de éxito. No quiero pensar que tengo que aplazarlo.
Mi trabajo sigue desesperándome cada día más, tengo ganas que cambiar de aires, no dicen: Año nuevo, vida nueva? pues eso. Ya iré contando.

9 de enero de 2008

El acabar y el empezar

Pues ya pasó el 2007, he de reconocer que me dio mucha pena que se acabara, ha sido tan, tan bueno... Han sido días de prisas, de agobios, de querer descansar y no poder lo suficiente. Las fiestas navideñas estresan a la gente por las comidas, por los regalos y el típico "le gustará", en estos días la frase más repetida ha sido: "si no le gusta, ¿lo puedo descambiar?" ¿Qué regalo es ese que se hace para luego descambiarlo? Eso demuestra lo poco que conocemos a las personas que nos rodean y a las que regalamos, claro está. Yo como ya viene siendo habitual no he tenido tiempo ni de rascarme un brazo, me he puesto mala por un principio de gripe y por el agotamiento. Mi cuerpo, pequeño él, dijo no puedo más y frenó un 26 de diciembre. Dicho así parece que me hubiera muerto, no, no es eso, (o sí), pero durante dos días no pude levantarme de la cama, las fuerzas y las ganas se fueron de compras navideñas y a mí me dejaron hecha un trapo debajo de las mantas. Descansé un poco, no lo que necesitaba, dormí mucho y me intoxiqué de sobres y pastillas de paracetamol con alegría. Es lo que tiene un principio de gripe, que sabes muy bien qué te estás tomando y cuánto. Malestares aparte, ya estoy totalmente recuperada, del principio de gripe, no del cansancio. ¿Tanto puede llegar a agotar un trabajo? Supongo que cuando se hace con poquísimas ganas sí, qué ganas que llegue el 11 de febrero....
Pasó diciembre y llegó enero, con sus reyes, con sus horas extras para las rebajas, hasta me paró la Guardia Civil para hacerme un control de alcoholemia. Qué curioso, es el hermano de un amigo, de JAEMI, vamos, jejeje, nene, si lees esto me hizo ilusión! qué cosas..... supongo que sería porque eran las 03.15 de la madrugada y llevaba desde las cinco de la tarde doblando jerseys y colocando miles de precios.
Bueno, llegaron los reyes y de qué manera, no recordaba tantos regalos y tanta ilusión desde hacía años: un móvil, una tableta digitalizadora, una web cam, libros, un bolso, un jersey, un dvd, deuvedeses, Asno, el de Sherk, todas las obras de Dalí..... y chucherías.
Ahora toca otra vez lo mismo de siempre, trabajar. Tengo ganas de que me den los días que me deben y pegarme unas mini vacaciones, que las necesito.
Este año 2008 sólo he pedido una cosa: TIEMPO.