Llevo varios meses dándole vueltas a una idea, creo que ya he contado algo por aquí. Hay días en la que no la veo posible y otros en los que la siento tan real como esto que estoy escribiendo.
He dicho por activa y pasiba a todo aquel que me ha querido escuchar, que este es mi año. Tras unos que quisiera olvidar por completo, estoy totalmente convencida que este 2007 va a ser uno muy bueno. Me lo dice el corazón.
Sí es verdad que hay días en los que ni puedo moverme de la cama, que quisiera hacer desaparecer todo lo que hay a mi alrededor y a mí misma. Pero creo que no me lo merezco.
He comprobado que lo malo, lo triste viene andando solo y llama a tu puerta, pero ¿y si no doy dirección? pensé una vez. Da igual, te encontraría allí donde estuvieses.
Por eso he decidido ponerme el traje de guerrera. El camino no será fácil ni corto, pero me da igual. Dejaré hasta la última gota de mí si fuera necesario, la piel, las uñas o lo que haga falta.
Pero como en toda lucha, habrá bajas. Y este rinconcito será una de ellas. Durante unos meses me ha servido de desahogo (no todo) he contado mis historias y mis cosillas. Y ahora me veo en la necesidad de bajar la persiana, pero sólo un poco.
No es un adiós definitivo, volveré...