8 de abril de 2009

Semana de especies

..." y aquí aparece el individuo en cuestión que se une a la manada esperando pacientemente el acontecimiento. Este individuo se reune como todos los años con sus otros semejantes. Estas concentraciones no siempre son todo lo pacificas que debieran, siempre hay algún listo que se quiere posicionar por delante del resto, lo que origina algún tipo de conflicto. Pero el individuo que aquí nos trae siempre se aleja de posibles peleas. El es dócil y tranquilo, busca el sitio menos concurrido en el que disfruta y se relaja con el ambiente. Época tras época, en primavera, siempre realiza el mismo ritual. Con movimientos pausados y ceremoniosos extrae de la bolsa, que previamente ha adquirido, un paquete de pipas saladas, o no, de girasol o de calabaza, eso a él le da lo mismo. Una tras una las va abriendo y se las va tragando, sin prisa pero tampoco sin pausa, dejando a su alrededor la huella de su acto. Devora sin ningún reparo pipas y más pipas. Cantidades ingentes de pipas. Tantas que podrían dar de comer a toda una población. Come sin límite. Hay individuos más inquietos que él que deambulan de un sitio para otro esperando. Pero esa es otra especie.
La especie en cuestión puede encontrarse entre los meses de marzo o abril, dependiendo del año, una semana en cuestión, la Semana Santa.