11 de julio de 2007

Entre canciones y mosquitos

Volví de Barcelona con una maleta cargada de alegría, risas, amigosy muchos deseos de volver. Fue el viaje más largo y más corto, a la vez, que recuerdo, pero no me importaría volver a repetirlo. De Barcelona vi lo justo, desde el avión y cuando pisé tierra poco más. Pero no me importó, prometí volver, se lo dije a la gente con la que estuve: esta ciudad es preciosa, y eso que no le he visto, pero es algo que siento desde el corazón, y éste no me falla nunca.
Sigo trabajando donde antes, me siento bien, no es lo que quiero para el futuro, pero mejor que estar encerrada en casa es. Sigo con mis sueños y mis ilusiones, esos nunca los voy a perder, ahora tengo más fuerzas y más ganas para realizarlos, y por qué no, más dinero. En breve, vereís algo por aquí de lo que voy a hacer, de momento lo guardo en una carpeta.
Mi estómago me dice que las cosas van a salir bien, que me esperan grandes momentos, lo presiento. De momento, estoy leyendo "El corazón helado" de Almudena Grandes, es un libro precioso lleno de sentimientos y con unas descripciones que merece la pena reseñar. Me tiene enganchadísima, lástima no tener más tiempo para leer, los pocos momentos que me puedo permitir cuando salgo de trabajar son verdaderamente una gozada.
Hace calor en Jaén, un calor sofocante que irrita a la gente más de lo normal. Todo está subido de volumén, los coches, la música, la gente habla más a gritos de lo normal y también protesta más de lo normal. Los mosquitos también están más peleones, pero no se me resisten. Esta noche les he declarado la guerra después de tres picaduras. Entre mosquito y mosquito, escucho Radiohead y Vangelis, no tienen nada que ver, ¡pero me gustan por igual! Lástima no poderlos escuchar en el trabajo.
Ahora me despido hasta otro momento que pueda arañar de las pocas horas que me quedan libres y con la mente clara. De momento, seguiré escuchando "Irlande", de Vangelis, creo que es la canción más bonita que he podido escuchar.